En la batalla de Austerlitz, de todos los cuerpos de la guardia imperial francesa, el regimiento de cazadores a caballo era el que había experimentado más pérdidas en la gran carga ejecutada sobre la meseta de Pratzen contra las guardias rusas.
El capitán Fournier había resultado muerto, como también el general Morland.
El emperador, siempre atento a lo que podía excitar la emulación entre las tropas, decidió que el cuerpo de general Morland sería colocado en un monumento que se proponía hacer erigir en el centro de la explanada de los inválidos, en París.
Los médicos, careciendo en el campo de batalla del tiempo y de los ingredientes necesarios para embalsamar el cuerpo del general, lo encerraron en un tonel de ron, que fue transportado a París.
Cuando Napoleón perdió el imperio en 1814 aún no se había construido el monumento al general Morland, y el tonel donde se encontraba su cuerpo se hallaba todavía (nueve años después) en una sala de la Escuela de Medicina.
Poco tiempo después el tonel se resquebrajó con los años, y todos quedaron asombrados al ver que el ron había hecho crecer el bigote del general de un modo tan extraordinario que le llegaba más abajo de la cintura.
El cuerpo estaba perfectamente conservado, pero la familia se vio obligada a intentar un proceso para obtener la devolución del cadáver de manos de un sabio que lo había convertido en objeto de curiosidad.
El capitán Fournier había resultado muerto, como también el general Morland.
El emperador, siempre atento a lo que podía excitar la emulación entre las tropas, decidió que el cuerpo de general Morland sería colocado en un monumento que se proponía hacer erigir en el centro de la explanada de los inválidos, en París.
Los médicos, careciendo en el campo de batalla del tiempo y de los ingredientes necesarios para embalsamar el cuerpo del general, lo encerraron en un tonel de ron, que fue transportado a París.
Cuando Napoleón perdió el imperio en 1814 aún no se había construido el monumento al general Morland, y el tonel donde se encontraba su cuerpo se hallaba todavía (nueve años después) en una sala de la Escuela de Medicina.
Poco tiempo después el tonel se resquebrajó con los años, y todos quedaron asombrados al ver que el ron había hecho crecer el bigote del general de un modo tan extraordinario que le llegaba más abajo de la cintura.
El cuerpo estaba perfectamente conservado, pero la familia se vio obligada a intentar un proceso para obtener la devolución del cadáver de manos de un sabio que lo había convertido en objeto de curiosidad.